En la prueba
de maratón de los JJOO de México 1968, el etíope Mamo Wolde se coronó campeón olímpico
con un tiempo de 2 horas, 20 minutos y 27 segundos. El maratón masculino es la última
prueba de los JJOO, y tras ella entre de medallas comienza la ceremonia de
clausura.
John Stephen
Akhawari llegó al Estadio Olímpico más de una hora después de Wolde, incluso
con la ceremonia de clausura finalizada.
Los
altavoces pidieron a los espectadores que seguían en el estadio que un
maratoniano estaba todavía en la prueba. Por la puerta que da al estadio, la
llamada puerta de la Maratón, entraba Akhawari cojeando y con un brazo inmóvil y
procedió a recorrer los últimos 400 metros, una vuelta entera alentado por la aclamación
general y la ovación de quienes estaban aun en el estadio.
Akhawari
acabo en 3 horas, 25 minutos y 17 segundos, fue el último de la prueba y su
registro es el peor de toda la historia de la maratón olímpica. Akhawari se
lesionó la rodilla derecha y se dislocó el hombro al caer contra el pavimento
en el km 17. Entró al estadio vendado, con calambres y al cruzar la meta se
derrumbó.
Los
periodistas le preguntaron el por qué no se retiro y su respuesta quedó para la
historia: “Mi país no me envió 5.000 millas hasta aquí para empezar la carrera,
me envió 5.000 millas para que la terminara”.
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