Rosie Ruiz participó en la Maratón de
Nueva York en 1979 y consiguió un tiempo de 2:56:29, quedo en 11ª posición y la
marca le permitía correr la maratón de Boston, ya que en Boston, considerada la
prueba atlética más importante del mundo, exigen una marca mínima para la participación
en la prueba.
EL 21 de abril de 1980, Rosie se
presento en la línea de meta de la Maratón de Boston con un tiempo de 2:31:56,
el registro más rápido de la historia de la prueba, que se celebraba
ininterrumpidamente desde 1897, y la tercer registro femenino en la historia de
la prueba. Además de ser 25’ más rápido que su marca en Nueva York solo 6 meses
antes…
Muchas sospecha cayeron sobre Rosie, no
recordaba ritmos o intervalos de tiempo, no parecía excesivamente fatigada y lo
mas extraño, no recordaba algunos de los detalles de la carrera, los corredores
de cabeza no recordaban haberla visto y no aparecía en ninguna grabación de la
prueba.
Dos estudiantes de Harvard comentaron
que recordaban a Rosie saliendo de la multitud de los espectadores a un kilómetro de la meta y, poco después, un fotógrafo la reconoció como una atleta a la que acompaño hasta la línea de meta en el metro de Nueva York durante la
maratón y se dirigió a la meta argumentando que estaba lesionada.
Tras estos testimonios, el comité de la Maratón
de Nueva York la descalificó de la carrera, lo que invalidaba la marca de
Boston. De todas formas, la Asociación Atlética de Boston inició su investigación,
que acabo con la descalificación de Rosie Ruiz.
No se encontraron pruebas concluyentes
de las trampas de Rosie, se cree que en ambas carreras usó el metro para evitar
una parte del recorrido, ella aún afirma que corrió la maratón de Boston
entera.
En EE.UU., saltarse una parte del recorrido en la maratón se le llama "hacerse un Rosie Ruiz"
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