Mañana se cumplen 30 años del atentado
de Hipercor, en el que la banda terrorista ETA mató a 21 personas, entre ellas
4 niños, e hirió de gravedad a 45 más.
El viernes 19 de junio de 1987, un coche
Ford Sierra cargado con 30 kilos de amonal y 100 litros de gasolina explotaba
en uno de los parkings del hipermercado Hipercor, propiedad de El Corte Inglés
en la Avenida Meridiana, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Ha sido el
atentado más sangriento de ETA en España.
A pesar de las actuaciones de ETA en Barcelona,
la izquierda abertzale disfrutaba de bastante simpatía en la sociedad catalana.
En las elecciones europeas del 1987, HB consiguió un eurodiputado gracias, en
parte a casi 40.000 votos que tuvieron en Cataluña.
La cronología de los hechos el fatídico día
fue la siguiente:
15:12 La Guardia Urbana de Barcelona recibe
una llamada en nombre de ETA avisando de una explosión en Hipercor para las 15:40
y recalcando el aparcamiento. La Guardia Urbana envía un coche
patrulla y avisa al 091, Policía Nacional.
15:15 (aprox.). El terrorista Domingo
Troitiño llama al Hipermercado y deja un mensaje de que ETA ha dejado allí una
bomba. El equipo de seguridad del hipermercado revisa las zonas y llega el
coche patrulla de la Guardia Urbana.
15:25 Troitiño llama a la sede del
diario Avui, para avisar de la explosión de una bomba en Hipercor entre las
15:30 y 15:34. Desde el diario se avisa a los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica
catalana.
15:30 Tras la llegada de los diversos
coches patrulla, la Policía y la Guardia Urbana empiezan una revisión de zonas.
15:40 La Policía indica la conveniencia
del desalojo, pero la dirección del centro comenta que la seguridad del centro
ya han revisado las zonas y que la hora de explosión ya ha pasado. Los clientes
entran en el hipermercado con total normalidad.
16:01 Se marcha el último coche patrulla que quedaba
en el hipermercado.
16:08 Explota el vehículo puesto por ETA
El resultado del salvaje atentado fue la
de 21 víctimas mortales y 45 heridos. Eran civiles en un hipermercado de un
barrio obrero de Barcelona un viernes por la tarde.
Este atentado supuso, además, el
principio del fin de ETA. Cataluña, especialmente los movimientos independentistas
de izquierda, veían con cierta complacencia lo que sucedía el País Vasco.
Hipercor rompió todos los lazos entre la sociedad y la política catalana con
ETA, y solo el tiempo consiguió reconstruir puentes. La magnitud, crueldad y el
objetivo del atentado conmocionaron a la sociedad. Igual paso en el resto de
España y en el País Vasco, todas las fuerzas políticas vascas, con excepción de
HB, firmaron el pacto de Ajuria-Enea que buscaba la erradicación del terrorismo
de ETA. La repulsa al atentado llegó a que la cúpula etarra lo considerara un
grave error.
El juicio en la Audiencia Nacional condenó
a los autores del atentado a penas de casi 800 años y al Estado por negligencia
policial como responsable civil.
Y hasta aquí los hechos.
Mucho se ha hablado de la conveniencia
del atentado o de que, tal como se actuó, se buscaba un golpe de efecto en la sociedad
respecto a ETA o que ETA buscaba un golpe de efecto para las conversaciones de
Argel, un primer acercamiento con el gobierno socialista para una tregua.
Y desde que ETA, creyendo erróneamente que
Hipercor era de capital francés, quería hacer mucho daño y por ello avisó del
desalojo; a la que comenta, que Hipercor solo fue el sitio donde se dejó el vehículo
tras un atentado fallido por ser un aparcamiento fácil y que se creía que las
llamadas bastarían para evacuar el hipermercado.
Lo cierto es que aquel atentado
indiscriminado y masivo de ETA sesgó la vida de 21 personas, dejó 45 heridos
graves y heridas profundas que se han de ir cerrando. Después de 30 años, la
gente de Barcelona no olvida lo ocurrido, recuerda a las víctimas y está con
los familiares.
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