sábado, 19 de septiembre de 2015

UN BARRIO GÓTICO DEL SIGLO XX

Una de las cosas que más me han impactado en los últimos días ha sido saber que el barrio gótico de Barcelona no era tal como lo conocemos. Es en sí mismo una creación del siglo XX.
Algunos me han comentado que esto lo sabe todo el mundo. Pero yo no lo sabía…

Todo empieza con la apertura de la Vía Laietana en 1908.

Ildefonso Cerdá ya diseñó una vía que abriera su recién construido Eixample con el puerto a través de una gran avenida. El proyecto se abandonó para concentrarse en el propio Eixample y, en 1899, se impulsa su construcción bajo el amparo del Plan Baixeras, que pretendía construir dos grandes vías paralelas a la Rambla, que cruzasen la vieja ciudad: la Vía Laietana y la Rambla del Rabal.
La construcción de la Vía Laietana supuso abrir una brecha de 80 metros de ancho y significó la destrucción de más de 2.000 casas y palacios medievales. Algunos de ellos se ubicaron en el actual barrio gótico, que se remodeló para darle un aire más medieval del que tenia, ya que a principios del siglo XX solo estaba la Catedral, la Casa de la Pía Almoina, el Salón del Tinell y la iglesia de Santa Ágeda.

Los edificios de estilo gótico mas acentuado fueron trasladándose piedra a piedra, así la Casa Padellás salió de la Calle Mercaders, que se comió la Vía Laietana y se ubicó en la Plaça del Rei donde se alberga el Museo d’Historia de Barcelona. Otros edificio viajeros fueron la sede del gremio de Calderers que viajó de la calle de la Boira a la Plaça Sant Felip Neri, destino también de la edificio del gremio de Sabaters que estaba originariamente emplazada en la calle Corríbia (en la actual avenida de la Catedral) y que paso antes por la Plaça Lesseps.

Algunos elementos de inmuebles destruidos se utilizaron para acentuar el estilo gótico de edificios ya existentes, como el palacio Pignatelli, que acogió ventanas góticas procedentes de derribos.

En otros casos se procedió a la reconstrucción de edificios, como el caso de la fachada de la catedral de Barcelona, que fue diseñada y elaborada entre 1882 y 1913 por Josep Oriol Mestres y August Font i Carreras, valiéndose de los rasgos y características del neo-gótico. Igual que con el edificio que alberga el Centro Excursionista, obra del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner.
Fachada de la Catedral de Barcelona a finales del siglo XIX
En alguna ocasión no se fue demasiado cuidadoso, así el famoso Pont del Bisbe, que une el Palau de la Generalitat y la Casa dels Canonges, es de 1928 y su diseñador fue el arquitecto Joan Rubió i Bellver y que contiene más elementos del gótico flamígero del norte de Europa que de Cataluña.
El barrio gótico por el que se pasea no es tan gótico, es el fruto de la construcción de la Vía Laietana y se terminó en los años 30 del siglo pasado. Es una reconstrucción de la ciudad que pudo ser, pero no de la que fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario