viernes, 18 de diciembre de 2015

EL MEJOR ÚLTIMO DE LA HISTORIA

En la prueba de maratón de los JJOO de México 1968, el etíope Mamo Wolde se coronó campeón olímpico con un tiempo de 2 horas, 20 minutos y 27 segundos. El maratón masculino es la última prueba de los JJOO, y tras ella entre de medallas comienza la ceremonia de clausura.

John Stephen Akhawari llegó al Estadio Olímpico más de una hora después de Wolde, incluso con la ceremonia de clausura finalizada.
Los altavoces pidieron a los espectadores que seguían en el estadio que un maratoniano estaba todavía en la prueba. Por la puerta que da al estadio, la llamada puerta de la Maratón, entraba Akhawari cojeando y con un brazo inmóvil y procedió a recorrer los últimos 400 metros, una vuelta entera alentado por la aclamación general y la ovación de quienes estaban aun en el estadio.

Akhawari acabo en 3 horas, 25 minutos y 17 segundos, fue el último de la prueba y su registro es el peor de toda la historia de la maratón olímpica. Akhawari se lesionó la rodilla derecha y se dislocó el hombro al caer contra el pavimento en el km 17. Entró al estadio vendado, con calambres y al cruzar la meta se derrumbó.
Los periodistas le preguntaron el por qué no se retiro y su respuesta quedó para la historia: “Mi país no me envió 5.000 millas hasta aquí para empezar la carrera, me envió 5.000 millas para que la terminara”.

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