lunes, 14 de diciembre de 2015

DICIEMBRE - RORTY #12meses12mentes

12 Meses, 12 Mentes
DICIEMBRE – RORTY

La filosofía de la segunda mitad del siglo XX se caracteriza por la crisis de su misma forma de entenderse. La pluralidad de métodos, puntos de partida y campos de acción, permite preguntar si la filosofía sigue siendo una disciplina unitaria. ¿Sigue justificándose su existencia al lado de las ciencias particulares? ¿Es todavía posible un diálogo entre las distintas corrientes?

En este periodo, destaca la filosofía existencialista y dialógica desde Jaspers a Lévinas, la antropología filosófica de Plessner, el estructuralismo de Lévi-Strauss o Foucault, la hermenéutica desde Dilthey a Gadamer, la filosofía cristiana, el marxismo de Lukács o Bloch y la teoría crítica de Adorno.

Entre tanto filósofo destacaría a Richard Rorty. Rorty pertenece a la tradición filosófica estadounidense del pragmatismo y consideraba que no podemos concebir el conocimiento como la representación correcta de la realidad; esto se debe a dos razones, primero porque experimentamos datos crudos de cómo es el mundo; segundo porque nosotros reconstruimos el mundo con nuestras facultades mentales. Esto nos suena al relativismo…
Rorty sugiere que el conocimiento no es tanto una forma de reflejar la naturaleza, sino una cuestión de “practica social”, así lo que consideramos conocimiento, o no, se ve limitado por el contexto social en el que vivimos. Esto lleva a Rorty a afirmar que no hay absolutos en ética, es decir, no podemos hablar del bien o del mal absoluto.

Esta afirmación es difícil de aceptar, pero Rorty defiende que cuando alguien actúa con maldad, no viola una ley moral absoluta o una verdad acerca de la vida. Nosotros somos seres finitos, con una existencia limitada y que ninguno de nosotros tiene una conexión especial con ninguna verdad moral más profunda o fundamental. Sin embargo, esto no significa que los problemas de la vida hayan desaparecido o que dejen de ser importantes, sino que siguen existiendo y, en ausencia de leyes morales absolutas, quedan en manos de nuestros recursos. No queda ningún sentido absoluto del bien o del mal por descubrir, así que solo nos queda mantener nuestras esperanzas y lealtades, y seguir participando en diálogos comprometidos acerca de estos difíciles problemas.

Rorty menciona que, tal vez, sea suficiente con esto: la humildad de reconocer que no hay un criterio absoluto de verdad, la solidaridad con los demás, y la esperanza de ser capaces de contribuir a conseguir un mundo donde merezca la pena vivir y legárselo a quienes nos sucedan.

Como no he encontrado ninguna camiseta de Rorty que me gustase, linko una de Amnistía Internacional que sirve para cerrar estos 12 post, seguro que había otros, pero estos han sido los elegidos.
“Si podemos confiar en los demás, ya no necesitamos confiar en nada más”

                                                                                                                    Richard Rorty

No hay comentarios:

Publicar un comentario