Creía que la sonrisa del Joker, había sido
invención de su creador; bueno, concretamente de la revisitación que se hizo de
él en la novela grafica Joker de Brian Azarello y en la película El Caballero
Oscuro de Christopher Nolan, ambas de 2008. Antes de ese momento, la apariencia
del Joker se debía a quemaduras con productos químicos…
Pues resulta que esa herida en los labios
tiene un origen real y es la llamada sonrisa de Glasgow. Los orígenes se
remontan a los principios del siglo XX del siglo pasado cuando las mafias
marcaban a los policías o delatores con esta herida y que se popularizó entre
los hinchas radicales del Glasgow Ranger con ideología neonazi.
La sonrisa de Glasgow consistía en crear
una cicatriz en las mejillas a forma de sonrisa, pero en contra de lo uno puede
pensar de introducir un cuchillo en la boca y cortar ambos mofletes hasta la mandíbula,
lo que hacían era hacer dos pequeños cortes en la comisura de los labios. Después
golpeaban a la victima un golpe en le estomago para que abriera la boca
violentamente y esto producía que la carne se rajara creando una herida que no
era limpia y que podía, incluso, causar la muerte.
El actor Tommy Flanagan, el Morrison de la
película de Mel Gibson Braveheart, fue víctima de este ataque a la salida del
club de Glasgow en el que pinchaba cuando era joven.
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