domingo, 22 de abril de 2018

ITALIA 1934 (CAP. II)

El 27 de mayo de 1934 arrancó la segunda edición del Campeonato Mundial de Fútbol

Italia consiguió que se designara anfitriona 2 años antes. La presión del dictador italiano Benito Mussolini, para conseguir organizar el evento, provocó la retirada de Suecia de la carrera para la designación mundialista.

El mundial estuvo marcado por dos condicionantes: el boicot sudamericano y la presión del fascismo.

Uruguay, la vigente campeona, declinó disputar el torneo por la negativa de los italianos a ir a Uruguay 4 años antes. Ha sido la única vez que el campeón no ha defendido el título. Solo 4 países no europeos participaron en el mundial: Brasil, Argentina, con un equipo amateur, EEUU y Egipto.

Mussolini vio en la celebración del mundial la posibilidad de conseguir un lavado de imagen y mostrar a todo el mundo los ideales del fascismo italiano. El dictador presionó a directivos, seleccionador y a jugadores de la obligación de ganar el título. Ya antes de que fuera designada sede mundialista, Italia autorizó la llegada de sudamericanos con ascendencia italiana para que después fueran nacionalizados.
Para las 16 plazas del campeonato llegaron 32 solicitudes, por lo que todas las selecciones jugaron una eliminatoria previa. Italia jugó un partido contra Grecia, la ida 4 a 0 en Milán, la vuelta no se celebró. Los países del Reino Unido, enfrentados con la FIFA no participaron.

El torneo se disputo a eliminatoria directa, cosas que solo se repetiría en el mundial del 1938. Italia eliminó a EEUU en octavos, a España en cuartos y a Austria en semifinales. Toda la trayectoria de los locales hasta la final estuvo marcada por la polémica. Derrotó a EEUU 7 a 1, tras el partido de clasificación que enfrentó a los norteamericanos contra México. A España en el partido de desempate, ya que el inicial acabó 1 a 1, donde el árbitro anuló 2 goles a los españoles y después y la Austria de Matthias Sindelar fue derrotada 1 a 0 con un gol en fuera de juego.
La final se disputó en Roma entre Italia y Checoslovaquia ante la mirada de las autoridades fascistas. Los italianos ganaron 2 a 1 y se alzaron con la Copa de la Victoria, la Jules Rimet y la Coppa del Duce, un trofeo entregado por Benito Mussolini 6 veces más grandes que el trofeo oficial.
La regla no escrita de la alternancia de las sedes entre Europa y América no se cumplió en el siguiente mundial. En 1936, durante los JJOO de Berlín, se designó que la tercera edición del Campeonato Mundial de Fútbol se disputaría en Francia en 1938. El lío volvía a estar servido.

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