El
viernes pasado fue el famoso Black Friday, unos días de descuentos agresivos
que suponen el inicio de la campaña de navidad. En muchos casos el Black Friday
se alarga todo el fin de semana.
No tenía
pensado escribir sobre ello, pero como en mi trabajo uno ha comentado que tiene
que ver con el Crac del 29 y otro con la esclavitud a lo mejor es importante
aclararlo…
Con el
Crac del 29 poco tiene que ver, solo la terminología. Black Friday significa
Viernes Negro y en el 1929, el 29 de octubre se conoce como martes negro, el
jueves anterior se produjo el jueves negro, aunque este último fue menor que el
del día 29. El viernes 25 de octubre del 1929 fue un día de mejora en la bolsa
de EEUU, no fue un “Black Friday”.
Lo de que
el Black Friday se originó a mediados del siglo XIX cuando los comerciantes de
esclavos los vendían en saldo después de Acción de Gracias es un bulo. No hay documentación
histórica que acredite eso; a pesar de ello, en 2010 se viralizó. En el 2014
fue difundido por el jugador de baloncesto de la NBA J.R. Smith en la red
Instagram y la cantante Toni Braxton lo hizo en Facebook.
Otra teoría
es que el viernes del Black Friday, los números de los comercios dejan de ser rojos
para ser negros debido a la cantidad de ventas de esos días.
A pesar
de todas estas teorías, la realidad es que fue el cuerpo de policía de
Philadelphia el que acuño el término Black Friday en 1961. En ese año, los
habitantes de la ciudad se lanzaron a comprar compulsivamente provocando un
caos en todas las calles, lo que los agentes denominaron un día negro. El Black
Friday es el día después del Día de Acción de Gracias norteamericano, que es el
4º jueves de noviembre.
Tras ese
año, la policía empezó a llamar a ese viernes “viernes negro”. Fue en 1975
cuando se instauró el nombre de Black Friday gracias a un artículo del New York
Times.
Toda esta
locura de compras ya ha pasado. Tenemos una tregua hasta Navidad…
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