jueves, 2 de julio de 2015

SCHOPENHAUER #12meses12mentes

12 Meses, 12 Mentes
JULIO – SCHOPENHAUER

Schopenhauer se presenta como la antítesis absoluta del movimiento idealista alemán, por erigirse en defensa de una realidad, en último término, inmaterial. Schopenhauer nació en 1788 en el Reino de Prusia, actual Polonia, en el seno de una familia rica y cosmopolita. Tras la muerte de su padre dejo de trabajar y se formó en filosofía y psicología.
Schopenhauer desarrolló su propia concepción filosófica acerca del mundo a partir de la metafísica kantiana y la desarrolló en un lenguaje muy claro. Si recordamos a Kant, este dividió el mundo entre el mundo “fenoménico”, aquel que cada uno construye con su percepción del mundo y el mundo “noumoénico”, aquel que es en sí. Pues bien, para Schopenhauer lo fenoménico y lo noumoénico no son dos realidades diferentes, sino el mismo mundo experimentado de manera diferente, un solo mundo bajo dos aspectos: voluntad y representación. La visión que tenemos del mundo está limitada por las observaciones que puedo hacer del universo y mi experiencia limitada por una voluntad, por lo que nuestra visión del mundo no incluye cosas que no haya percibido, ni la voluntad que no he experimentado.

Donde los contemporáneos de Schopenhauer veían la voluntad como una fuerza positiva, este ve a la humanidad a merced de una voluntad universal sin conciencia ni finalidad; Schopenhauer no veía el mundo ni bueno ni malo, sino carente de sentido.
Ante esta situación Schopenhauer cree que la solución sería no existir, o en su defecto eliminar la voluntad de gratificación. Un alivio a esta situación podría ser la música. En este punto la filosofía de Schopenhauer es un eco al concepto budista del nirvana que conoció al estudiar pensadores y religiones orientales.

Schopenhauer negó el valor de la existencia de modo categórico: la vida es dolor, caducidad y miseria; la existencia, un completo sinsentido. La única salvación que el hombre puede esperar es la de su reposo en la nada para siempre. No en vano, afirmó que cuanto más conocía a los hombres más quería a su perro. Su ética, claramente influida en este punto por el budismo, gira por consiguiente en torno al problema fundamental de cómo contrarrestar con posibilidades de éxito el todopoderoso y ubicuo egoísmo. «El móvil principal y fundamental en el hombre, lo mismo que en el animal, es el egoísmo, es decir, el impulso a la existencia y el bienestar». Muy representativa es su famosa comparación del hombre con un puercoespín: un animal miserable deseoso de acercarse a otros para calentarse y buscar refugio en la intemperie, pero que corre el riesgo de pincharse con las espinas de los otros congéneres.

Conforme a su intuición básica de que toda vida es sufrimiento, Schopenhauer afirma la anterioridad ontológica del dolor respecto al placer; éste, a la postre, no es sino la ausencia momentánea de sufrimiento. De ahí también la fuerte carga ascética de esta reflexión: su búsqueda filosófica de un anonadamiento capaz de anular por completo todos los deseos egoístas del hombre, preso en los límites de su propia e ilusoria individuación. Prescindiendo de la muerte, sólo hay dos modos de escapar del círculo vicioso de esta voluntad incesantemente instigada a desear: la compasión y el arte.
La obra de Schopenhauer ha ejercido influencia en filósofos y pensadores importantes, como Nietzsche, y en numerosos literatos y artistas. El mayor influjo ha sido en el campo de la psicología, en el que sus ideas acerca de nuestras necesidades básicas y su frustración influyeron en las teorías psicoanalíticas de Freud y Jung.

Schopenhauer manifiesta una sorprendente modernidad, con su rechazo militante de la superstición y las creencias irracionales, entre ellas la religión y el nacionalismo, así como su desprecio por la incultura y los hombres que se sienten cómodos en ella, pero declarando a la vez su amor por el prójimo que sufre, incluyendo en ese prójimo a los animales, resultando uno de los filósofos más destacados en plantear los derechos de los seres animales.

Camiseta de Schopenhauer, otra de zazzle.es (tienen de todo, es una locura). Ya reclama un nivel para entenderla.
“La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.”
                                                                                                                                Arthur Schopenhauer

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