CONDUCIR POR LA IZQUIERDA

El 66% de la población mundial conduce por la derecha, el resto lo hacen al revés.

¿Pero es al revés?

La lógica dice que no, que lo normal sería circular por la izquierda. Si nos remontamos a caballos y carruajes, lo lógico sería circular por la izquierda para tener la mano diestra, en la mayoría de los casos la más útil, para poder desenvainar el arma y defendernos o, en caso de carruajes, utilizar el látigo desde el interior de la calzada, de otra forma podríamos herir a los peatones que circulasen por las aceras.

Entonces, ¿por qué un 66% conducimos al revés?

Parece ser que Estados Unidos fue el primer país donde se empezó a circular por la derecha. La necesidad de grandes carretas para transportar materiales, junto a lo extenso de los parajes y la amplitud de los caminos hicieron que los cocheros montasen un caballo, el de la izquierda, para desde ahí, controlar el resto fácilmente. En aquellos tiempos, la principal preocupación no era encontrarse un bandido en el camino si no la seguridad en la circulación y se decidió circular por la derecha para poder controlar mejor las distancias con los vehículos que se cruzaban. En Francia se adoptó la misma medida en plena revolución, puede que por entenderse revolucionaria, ya que fue una norma papal la de circular por la izquierda cunado se peregrinaba a Roma; por ser diferente a la de Gran Bretaña el gran enemigo o, simplemente, moda; las victorias de Napoleón, que además era zurdo y salía beneficiado del cambio, llevaron a extender este sentido a todos los países conquistados.

Con la llegada del vehículo a motor, los conductores volvieron a situarse en el centro del vehículo. Posteriormente se traslado el volante y se tuvo que decidir si ponerlo a un lado o al otro, se decidió ponerlo en el sentido contrario a la dirección para, como se hizo en Estados Unidos, tener un mayor control de la circulación respecto a los vehículos que se cruzaban.

Poner el volante a la izquierda hace que manejemos la palanca de cambios con la derecha, con la que generalmente somos más hábiles. Así fueron los primeros modelos y se generalizaron en  gran parte del mundo, aunque en sitios como Suecia tardaron hasta 1967.

Suecia, 1967. Primer día del cambio de sentido de la circulación.