Aprovechando que se cumple el centenario
de la Revolución Rusa, llamada Revolución de Octubre (aquí explico porque es en Noviembre), me he propuesto tirar adelante una entrada que llevaba más de un
año a medio hacer.
Un día, tras enganchar el final de
un documental de Stalin y Trosky, se me ocurrió pensar que es lo que sabemos de
la Unión Soviética. Términos como comunismo, socialismo, leninismo, estalinismo
o perestroika se nos antojan difíciles de diferenciar.
Si estudiantes con la EGB, la URSS la
asociarás al comunismo, al Sputnik, a la perra Laika y Yuri Gagarin, Iván Drago
de la saga Rocky, Gorbachov, el osito Misha y poco más. Si estudiaste con la
LOGSE, a lo mejor no lo asocias a nada…
La existencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética, la URSS, coincide prácticamente con el siglo XX. Este
siempre se ha considerado un siglo corto que comienza en 1914 con el estallido
de la I Guerra Mundial y finaliza con la caída del bloque comunista en el 1991.
La Rusia zarista
Nicolás II fue coronado Zar en 1894 del
Imperio Ruso, un imperio que se fue ampliando durante los siglos XVIII y XIX
desde Finlandia hasta el Pacifico y por las repúblicas de Asia central y donde,
en mayor o menor medida, existía una reivindicación de carácter regional. El
imperio ruso tuvo un crecimiento demográfico muy superior al del la Europa
occidental y se instauró un sistema económico industrial moderno dentro de un
estado medieval, donde cualquier atisbo de reforma o de inculcar ideales
liberales era considerado revolucionario. Y el ideal de libertad, en un imperio
donde no existía representación popular en el poder, sin libertad de prensa fue
calando entre los jóvenes revolucionarios.
En 1904 estalla la guerra ruso-japonesa,
un fracaso militar que agitó la oposición al régimen zarista. En 1905 estalla
una revolución donde se unió el descontento del campesinado, la huelga de
trabajadores y motines militares que hicieron virar el gobierno del zar hacia
una monarquía constitucional, reconociendo derechos como el de voto y prensa y
dando al parlamento, la Duma, competencias que hasta entonces no poseía.
Los años que preceden a la I Guerra
Mundial se enmarcan en un intento de constituir un régimen parlamentario en
Rusia, sin querer abandonar la práctica autoritaria.
En 1914 Rusia entra en guerra, y esta
situación afloró todas las debilidades del imperio ruso: la dependencia de
materias primas de otros países, la debilidad del sistema ferroviario, la falta
de mano de obra y un ejército mal provisionado y con peor preparación. Además,
las derrotas militares que se produjeron durante la contienda diezmaron la
moral de ejército y ciudadanía.
La pésima gestión del zar junto con el
malestar social que producía las penurias de una guerra tan larga, llevaron a
Nicolás II al descredito. Una serie de huelgas en Petrogrado y la alineación de
los soldados con los huelguistas provocaron la abdicación del zar, y dando fin
a la dinastía de los Romanov.
Tras la caída del zar se crea un
gobierno provisional que mantuvo su compromiso con seguir en la guerra y
pospuso las reformas agrarias exigidas por el campesinado. Entre febrero y
octubre de ese año, 1917, el gobierno provisional vivió una situación de doble
poder ya que el soviet de Petrogrado, un órgano de gobierno obrero presidido
por León Trotsky, controlaba fabricas y
amplios destacamentos de soldados. Esta duplicidad hacia ingobernable el país y
la tensión derivo en un fallido golpe de estado contrarrevolucionario por parte
del general Korlinov, el gobierno armó a los bolcheviques que hicieron fracasar
el golpe, pero estos se quedaron las armas y fue aumentando su poder e
influencia hasta la llegada de Lenin, exiliado en Suiza, que al ver la fuerza
bolchevique, empezó a planificar la toma de poder.
En octubre de 1917, la Guardia Roja
bolchevique asalta el Palacio de Invierno prácticamente sin oposición, a la
mañana siguiente se disuelve el gobierno provisional, y se anuncia que el
gobierno del pis pasa a manos de los Soviets. Ese mismo día se aprueban 3 decretos:
el decreto sobre la paz, que reclama el comienzo de negociaciones de paz
inmediata, el segundo el decreto sobre la tierra, que ratifica lo que ya estaba
ocurriendo, campesinos apropiándose de tierras de aristócratas; y el tercero la
formación de un nuevo gobierno, el Gobierno de los Soviets.
La Rusia Bolchevique
El primer gran desafío del gobierno
bolchevique fue cumplir con la promesa de paz. Las condiciones que imponía
Alemania eran muy duras, pero la debilidad del ejército, la promesa de paz y la
guerra civil que se desataba en el país, obligaron a firmar el Tratado de Brest-Litovsk.
Una vez acabada la guerra, el tratado no se reconoció, lo que permitió a Rusia
recuperar parte de las concesiones que se hacía a Alemania.
Los bolcheviques habían conseguido tomar
el poder en Rusia y habían consumado la fase inicial de la primera revolución
socialista de la historia; pero ahora empezaba lo mas difícil, construir el
socialismo en uno de los países más atrasados de Europa. La creencia de que
Rusia seria la chispa que haría prender la revolución socialista por toda
Europa pronto se vio que no seria así, lo que dejó a Rusia sumida en su propia revolución
y con una guerra por el control del país entre el Ejército Rojo bolchevique y
el Ejercito Blanco, una amalgama de fuerzas zaristas, contrarrevolucionistas y
opositores de los bolcheviques apoyados por participación internacional que
querían eliminar la revolución bolchevique. La guerra finalizó en 1922 dejando
una Rusia arrasada y arruinada, paralelamente tuvo que hacer frente a un
conflicto con Polonia debido a las ansias expansionistas de los dos países una
vez acabada la guerra Mundial. Es ese mismo año en el que se funda la URSS
(Unión de Republicas Socialistas Soviéticas) y en el 1924 fue reconocido por
países como Gran Bretaña.
La URSS
Durante los años de guerra tras la I
Guerra Mundial, Rusia adoptó un comunismo de guerra. El pueblo exigía un cambio
económico y en 1921 se aprobó por Lenin la NPE, una política económica que se
llamo capitalismo de estado. Mientras el Estado controlaba grandes empresas,
bancos y el comercio exterior se permitía la existencia de pequeñas empresas
privadas.
El primer objetivo de la URSS fue
transformar la sociedad en una moderna e industrializada y estuvo marcada por
la nueva política agrícola que se adoptó tras la NEP; se liberaron
restricciones comerciales, recuperó alianzas con países extranjeros, la
posibilidad de contractar trabajadores y mantener los excedentes.
La NEP fue exitosa y facilitó la
recuperación económica en un país principalmente agrícola. Pero no deja de ser
paradójico que se aplicase una economía capitalista para facilitar la
recuperación de un país arrasado por las guerras y la hambruna.
Tras la muerte de Lenin en 1924 se
inicia una lucha entre los dirigentes bolcheviques por el poder. Stalin sale
victorioso tras controlar la burocracia del partido y los aparatos
administrativos del estado y Trotsky es destituido primero y desterrado de la
URSS en 1928. Stalin se sitúa en un punto intermedio entre la izquierda que
defendía Trotsky y la derecha que representaba Bujarin y abandonó el
tradicional énfasis bolchevique respecto a la revolución internacional a favor
de un apolítica de construir un socialismo de un solo país.
El estalinismo
Stalin vuelve a plantear el retorno al
comunismo de guerra. Se proceden a colectivizaciones masivas del campo, se
nacionaliza las empresas y se planifica la economía, la sociedad estaba tan
controlada que se pudo purgar fácilmente a la disidencia por parte del partido,
que se convierte en la maquina de control del gobierno. Bajo un régimen de
terror se reprende y persigue durante la década de 1930 a miembros del partido
comunista, a socialistas, anarquistas y opositores; se celebraron juicios públicos
y se enviaron a cientos de miles de personas a campos de concentración y otros
eran ejecutados. El número de victimas oscila entre las 700.000 y los 2
millones de personas.
La Gran Purga se inició por la intención
de la mayoría de los miembros del Politburó, el Comité Central del Partido
Comunista, de eliminar toda posible fuente de oposición a la transición del
socialismo al comunismo. Esta consolidó el poder absoluto de Stalin, que en
1939 la finalizó suprimiendo las altas esferas del partido e imponiendo su
poder absoluto.
En Europa imperaba un sentimiento de
anticomunismo basado en el temor a la revolución que había estallado en Rusia
pudiese extenderse al continente. El ascenso al poder de Hitler y la amenaza
que suponía la amenaza nazi, junto con el aislacionismo al que estaba sometida
la URSS provocaron que esta firmase con Alemania un pacto de no agresión en
1939, el conocido como Pacto Ribbentrop-Mólotov. 9 días después se iniciaba la
II Guerra Mundial.
En 1941 la Alemania nazi rompe el
acuerdo e invade la URSS. En ese momento, Alemania casi tenia controlado el
continente y minusvaloro el poder de la URSS, que durante el pacto de no
agresión había reforzado su fuerza militar. A pesar de que las primeras
jornadas de ataque nazi fueron un éxito ya que la fuerza militar rusa iba
siendo fácilmente derrotada, el ejército alemán cometió varios errores. Hitler
quiso controlar las acciones, con lo que las acciones perdieron rapidez; el
frente se extendió en demasía; la división de efectivos para tomar Leningrado y
Moscú, la fuerte fortificación que presentaron las ciudades y la llegada del
invierno.
Tras el invierno, ante el temor de que
cayera Stalingrado, Stalin ordenó una defensa a ultranza de la urbe con la
orden 227 conocida como “¡Ni un paso atrás!” que llamaba a defender la ciudad
hasta el fin. Los alemanes bombardearon la ciudad hasta reducirla a escombros
y en ese escenario derruido, donde tomar
la ciudad era difícil debido a lo complicado de los restos derruidos, la
defensa soviética actuaba en combates callejeros.
El 6 de febrero de 1943, Alemania se
rinde. Las fuerzas alemanas no eran lo suficientemente poderosas logísticamente
para mantener una ofensiva en un frente que iba desde el mar Negro al océano
Ártico. La URSS también venció en la batalla de Kursk en el verano de 1943 y en
1944 ya había recuperado todo el territorio perdido en la guerra. El 2 de mayo Berlín
se rinde al Ejército Rojo.
Tras acabar el conflicto, la URSS se
convierte en la segunda superpotencia mundial. Encabezó las negociaciones de
los acuerdo tras la guerra y creó un bloque de países satélites entre Alemania
y la URSS, estos estaban gobernados por gobiernos de izquierdas leales a la
Unión Soviética. En esta época el mundo se polariza en 2 grandes bloques el
occidental, liderado por los EEUU y el socialista con la URSS a la cabeza. Es
el inicio de la Guerra Fría que duraría hasta el fin de la URSS.
Tras la muerte de Stalin en 1953, el
Partido y el Gobierno son reorganizados reprobando los abusos autoritarios y
eliminando a las personalidades más comprometidas con el culto a la
personalidad de Stalin. Paralelamente se anunció en el Soviet Supremo un aumento
en la producción de bienes de consumo y decreció la tensión internacional con
el armisticio de la Guerra de Corea. Los países bajo influencia soviética
firmaron en 1955 el Pacto de Varsovia, también llamado Tratado de Amistad,
Colaboración y Asistencia Mutua, que incluía a todos los países del Bloque del
Este.
La Guerra Fría
Nikita Jruschov dirigió la URSS desde
1953 al 1962. Jruschov denuncio las purgas de Stalin y condujo a la Unión Soviética
a una era menos represiva. Durante su mandato se producen los años más duros de
la Guerra Fría, donde se suceden incidentes como la crisis del Canal de Suez,
la creación del Muro de Berlín o la crisis de los misiles cubanos. Sus años son
los de la carrera espacial, la URSS lanza el Sputnik, el primer satélite artificial
en 1957 y en 1961 pone en órbita al primer ser humano, Yuri Gagarin. La URSS de
Jruschov es conocida como la del deshielo, una transformación social y cultural
sin precedentes en la Unión Soviética.
Jruschov es destituido sobre todo por
sus actuaciones en política exterior, el poder pasa a manos de Leonid Brézhnev,
primer secretario del partido. Brézhnev dirige la URSS desde 1962 hasta el
1982, año de su muerte., y su mandato es conocido como el del estancamiento brezhneviano.
Durante esos años, la Guerra Fría empieza un periodo de distensión que duró
hasta el 1975, pero la Unión Soviética sufre una fuerte desaceleración económica,
una creciente represión a disidentes e intelectuales y la escalada armamentística
que supuso la segunda parte de la Guerra Fría que empezó de nuevo en 1979 con
el conflicto de Afganistán.
Afganistán se convirtió en el Vietnam de
la URSS. En 1978 estalló en Afganistán la Revolución de Saur, un movimiento social
dispuesto a derrocar al régimen de Mohammed Daud. Tras el asesinato de un líder
comunista, estos tomaron el gobierno con la ayuda del ejército con el firme propósito
de convertir a Afganistán en un país moderno y progresista. Los EEUU, en el
contexto de la Guerra Fría y viendo un avance de las posiciones estratégicas soviéticas,
suministra armas y financiación a los rebeldes islámicos muyahidines que consiguieron
desestabilizar el país. En 1979, el gobierno de Afganistán pide ayuda al
ejercito de la URSS que intervino en el conflicto; esto provocó el
resurgimiento de los muyahidines que comenzaron una larga campaña contra las
fuerzas soviético-afganas, respaldados con suministros y apoyos logísticos de países
como los EEUU, Arabia, Irán, Israel o Reino Unido.
Después de más de 9 años de
guerra, los soviéticos se retiraron en 1989. No obstante, los enfrentamientos
entre insurgentes y las tropas del gobierno soviético continuaron hasta abril
de 1992, cuando la disolución de la URSS provocó el colapso económico del país
y los fundamentalistas pudieron establecer el Estado Islámico.
El conflicto de Afganistán supuso una
escalada de tensión en la Guerra Fría. Los EEUU y sus países aliados
participaron en el boicot a los JJOO de Moscú del 1980 y en 1983,el presidente
norteamericano Ronald Reagan propuso un sistema llamado Iniciativa de Defensa Estratégica
y conocido como Guerra de las Galaxias, sistemas de defensa para defender a los
EEUU de un ataque nuclear.
Brézhnev muere en 1982 y su relevo es tomado
por un jefe del KGB, la policía secreta soviética, Yuri Andrópov, que murió en
1984. En sus 15 meses de gobierno Andrópov no pudo detener ni el despilfarro
militar que significaba la Guerra Fría, ni detener la sangría económica que
representaba ser la cabeza de un imperio que consumía sus recursos de forma
imparable.
A su muerte, tomo el poder Konstantin
Chernenko que enfermo murió en 1985.
La Perestroika
El sustituto de Chernenko fue el miembro
más joven del Politburó, Mijaíl Gorbachov. Gorbachov basó su gobierno en glasnost
y perestroika, transparencia y restructuración. Lo primero fue reconocer la
imposibilidad de mantener un bloque aliado que consumía los recursos soviéticos
y comenzó con medidas económicas de libre mercado, a la vez que rebajó la tensión
interna amnistiando a presos políticos. Gorbachov se reunión con Reagan para indicar
un programa de desarme.
Las reformas de la Perestroika como del
Glasnost fueron acogidas con gran aceptación por los sectores más progresistas,
pero rechazadas de plano por la facción comunista. Su repercusión en los países
del bloque no se hizo esperar y en 1989 cae el Muro de Berlín ante la
impasibilidad de los dirigentes soviéticos que ya habían comunicado a los países
comunistas que eran libres de acercarse a la economía capitalista.
Tras la caída de los regímenes comunistas
de Europa oriental, Gorbachov lanza una nueva ofensiva reformista que
transformaba la URSS en una democracia presidentalista. Gorbachov ganó las
elecciones en 1990, pero en las elecciones republicanas y locales se imponen
los radicales. Boris Yeltsin fue elegido presidente de la Republica Socialista
de Rusia. Las tensiones internas provocan
un intento de golpe de estado en 1991 planeado por los conservadores del
aparato, la KGB y antiguos jefes militares. La resistencia al golpe fue
encabezada por Yeltsin quien llamó a la desobediencia y la huelga general; la oposición
popular, el rechazo internacional y los apoyos que la Federación Rusa consiguió
del ejercito dividieron y paralizaron a los golpistas. Gorbachov, liberado,
regresó a Moscú y apoyó y estimuló decididamente los cambios radicales que la
nueva situación requería.
Las actividades del PCUS fueron proscritas,
se disolvieron los órganos del poder central y se abrió un nuevo período
constituyente. Ese mismo año, el Consejo de Estado reconoció la independencia
de Estonia, Letonia y Lituania. En los meses siguientes, las sucesivas
proclamaciones de independencia de las Repúblicas y el colapso económico
aceleraron la pérdida de autoridad política de Gorbachov, que fracasó en el
intento de concluir el tratado que debía dar lugar a una Unión de Estados
Soberanos para sustituir a la antigua organización del Estado.
El 8 de diciembre de 1991, los
representantes de las tres Repúblicas eslavas: Rusia, Bielorrusia y Ucrania
firmaron el Tratado de Belavezha que supuso la disolución de la Unión
Soviética, constituyéndose la Comunidad de Estados Independientes (CEI),
abierta al resto de las Repúblicas. Gorbachov presentó la dimisión el 25 de
diciembre de 1991, y la Federación de Rusia asumió en el terreno internacional
los compromisos y la representación del desaparecido Estado.
Todas las Repúblicas de la URSS fueron
reconocidas internacionalmente como Estados independientes.
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