Tras el Mundial de Inglaterra, la FIFA
constituyó un congreso para elegir sede para la Copa del Mundo del 1974. A ella
postularon Alemania y España, a pesar de las reticencias para que Alemania
organizase un torneo después de la II Guerra Mundial, la modernidad creciente
del país, el rechazo al pasado nazi y los éxitos de su selección de fútbol, la
hicieron merecedora del honor de organizar el torneo.
La FIFA de una tacada decidió los
organizadores de los siguientes 3 mundiales, así designó a Alemania organizadores del torneo del 1974 y a España, que también se postulaba, a
organizar el de 1982. En el año 1978, la Copa del Mundo debía volver a América
y se designó a Argentina como sede, después de 5 intentos, porque solo México
se había presentado por si no hubiese resultado elegida para el de 1970.
El torneo presentaría una variante, tras
la fase inicial de liguilla de 4 selecciones, la fase final no sería a enfrentamientos
directos, sino seria otra liguilla de 2 grupos de 4. Los dos ganadores jugarían
la final. La mascota de aquel torneo fueron 2 hermanos Tip y Tap y el balón el
Telstar Durlast, prácticamente igual al de la edición anterior en México.
El mundial presento su nuevo trofeo,
tras el tercer triunfo de Brasil este se quedo el trofeo en propiedad, aunque
en 1983 fue robado y nunca fue recuperado, según sus ladrones, este fue
fundido. De los 54 proyectos presentados se eligió el del italiano Silvio Gazzaniga,
5 kilos de oro macizo con la base de malaquita y que representa dos figuras
sosteniendo la tierra. Este nuevo trofeo se le bautizo como Copa Mundial de la
FIFA y ningún país se lo podrá quedar en propiedad.
El 13 de junio de 1974 arrancó la décima
edición de la Copa Mundial de Fútbol, Inglaterra. Uruguay e Italia cayeron en
la primera fase y en la segunda fase Holanda se impusó a Brasil y Argentina. Alemania,
en un grupo más asequible, también se plantó en la final. El torneo fue el
descubrimiento de la llamada “la naranja mecánica”, la selección holandesa
jugaba un fútbol total en la que todos los jugadores defendían y atacaban.
Johan Cruyff era la estrella del equipo y uno de los jugadores del torneo.
En la final disputada el 7 de julio en
el Olímpico de Múnich, Alemania ganó a Holanda 1 a 2 y se convirtió en
bicampeón mundial.
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