El 31 de mayo de 1970 arrancó la novena
edición de la Copa Mundial de Fútbol en el Estadio Azteca de Ciudad de México.
La organización correspondió a México tras imponerse a Argentina, que se
postulaba por 4ª vez a organizar el mundial. México supo sacar ventaja de la
organización de los JJOO de 1968, si bien al principio se receló de que el país
pudiese albergar en tan poco tiempo 2 acontecimientos de envergadura mundial,
México presentó a la FIFA la ventaja que suponía un país preparado para unos
JJOO y la infraestructura con la que ya contaría.
México e Inglaterra se clasificaron en
calidad de anfitrión y campeón, respectivamente. Para las 14 plazas restantes
se clasificaron todos los campeones: Uruguay, Alemania Federal, Inglaterra,
Brasil e Italia. Se siguió con la costumbre, que se introdujo en Inglaterra, de
presentar una mascota, en este caso era Juanito un niño vestido con un traje
tradicional mexicano.
Adidas fue el proveedor oficial del
primer balón diseñado específicamente para el mundial: Telstar, un balón de 20
hexágonos blancos y 12 pentágonos negros que remplazaría al balón marrón
tradicional. El balón Tesla se convirtió en la imagen icónica del balón de fútbol.
En el plano deportivo cabe destacar la
casi ausencia de Pelé, el seleccionador carioca decidió no convocarlo, pero su
destitución antes del comienzo del torneo provocó que su sustituto, Mario
Zagallo, si que lo convocase. Todos los favoritos pasaron la primera ronda,
entre ellos los 5 campeones.
Brasil elimino a Perú y a Uruguay,
mientras que Italia hizo lo propio con México y Alemania. Con lo que la final
que se disputaría el 21 de junio significaría el tricampeonato de una de las
dos selecciones. Brasil gano 4 a 1 y se adjudicó en propiedad el trofeo Jules
Rimet.
El de México fue el mundial que coronó
la leyenda de Pelé. El de México fue el mejor mundial de la historia por la
magia que desplegaba el juego de Brasil, considerada en este torneo, la más
espectacular nunca vista; por la aparición de los primeros cambios y de las
tarjetas para amonestar a los jugadores; por una organización exquisita; por un impresionante
Estadio Azteca; y por una fase final con partidos memorables, como los cuartos
entre Brasil y Perú 4 a 2 o la semifinal entre Inglaterra e Italia, considerado
el partido del siglo.
Con todo, Mexico’70 pasó a la historia.
Pelé no volvería a jugar otro campeonato del mundo,
en 1974 brillaría una nueva estrella mundial…
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