Para el
campeonato que se celebraría en 1978, aparecieron 2 aspirantes: Argentina y
México, pero en el congreso de designación del 1966, el que dio a Alemania el
mundial del 74 y a España el del 82, México se retiró porque se le había
asignado 2 años antes el Mundial del 1970. Así Argentina, sin rival, fue
designada sede 12 años antes de la celebración el torneo.
El
mundial se celebró bajo la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización
Nacional que se inició con el golpe de estado de 1976. El torneo estuvo a punto
de ser suspendido ya que numerosas asociaciones pro derechos humanos se posicionaron en
contra de la celebración del mundial en Argentina; además un conflicto con
Chile casi provoca una guerra en el cono sur que hubiese significado el fin del
campeonato.
Finalmente,
el campeonato se disputó y el general Videla lo utilizó con fines políticos e
intentó dar una imagen de país paradisíaco donde no existían ni las torturas,
ni los crímenes contra la humanidad, ni represión. El torneo se presentó como
una oportunidad para dar una imagen al mundo que no se correspondía con la
realidad, la imagen de un país abierto y moderno. Además, la victoria podía
calmar los ánimos de los argentinos, por lo que el mundial se debía ganar si o
si…
La
mascota de este mundial fue Gauchito Mundialito un niño gaucho que recordaba
bastante a la mascota de México 1970. El balón fue cambiado por Adidas, que
presentó el Adidas Tango. Un esférico con un diseño que perduró durante los 5
siguientes mundiales, el balón era más impermeable y su diseño, aunque era
similar al Teslar anterior con 20 hexágonos y 12 pentágonos, tenía una
decoración en los hexágonos que creaba la sensación de estar formado por 12 esferas blancas.
En el plano deportivo, el sistema de competición sería igual al del su antecesor, una primera fase con 16 equipos que se enfrentarían en grupos de 4. Los 4 primeros y 4 segundos pasarían a una segunda fase de una liguilla de 2 grupos, los campeones jugarían la final.
Las
grandes ausencias del mundial serian la del portero alemán Sepp Meier, la del
capitán argentino Jorge Carrascosa y la del holandés Johan Cruyff. Cruyff,
estrella del mundial anterior, que aludió a razones políticas para no ir a Argentina.
A ello se le sumaba la disputa que tenia por sus derechos de imagen que tenía
con su selección, ya que el vestía Puma y los tulipanes Adidas (esta historia
da para una entrada propia) y un incidente que tuvo en Barcelona y que se
conoció mucho después, Cruyff y su familia sufrieron un intento de secuestro en
1977 que cambio su forma de vida y la estrella holandesa no quiso viajar para
no estar lejos de su familia tras esta experiencia. También faltó un joven de
17 años llamado Diego Armando Maradona, que ya había disputado algún partido
con el combinado nacional.
El 1 de
julio de 1978 comenzó la XI edición de la Copa del Mundo de fútbol. La primera
fase finalizó con la clasificación de Italia, Argentina, Alemania, Brasil y
Holanda como máximos favoritos. España no pasó la primera fase, encuadrada en
el grupo de Brasil y Austria, perdió el primer partido con los austriacos y
empató a 0 con Brasil, resultado que la condenaba a no seguir en el torneo. En
este partido contra Brasil se produjo uno de los errores mas recordados por el fútbol español, el de Cardeñosa, que falló solo ante un defensa con el portero batido. “Fallar la de Cardeñosa" se convirtió, en España, en una forma de decir
que se falló una ocasión clara de gol.
En la
final disputada el 25 de julio en el estadio Monumental de Buenos Aires,
Argentina y Holanda empataban a 1. En el tiempo suplementario Argentina marcó 2
goles y ganó por 3 a 1. Argentina se alzaba con su primera copa del mundo en
una final que si mereció ganar. El presidente Videla entregó la copa a
Passarella y su plan tuvo éxito, la fiesta montada por el aparato militar había
triunfado. A escasos metros del estadio se alzaba la Escuela de Mecánica de la
Armada, un centro clandestino de tortura, donde cerca de 5.000 desaparecidos
fueron asesinados.
Años más
tarde, varios integrantes de la selección argentina expresaron su
arrepentimiento por participar en la competición, que sirvió para tapar los
delitos de terrorismo de estado del régimen dictatorial de Videla. Un papel
crucial fue el del presidente de la FIFA Joao Havelange que defendió la
organización de Argentina, fue cómplice de la situación que se vivió y fue
acusado de recibir sobornos por parte de las autoridades militares argentinas.
Argentina’78
está acusado de ser el mundial de la vergüenza, el que nunca se debería haber
jugado, en el que un régimen dictatorial terrorista marcó las reglas, el que
permitió a un dictador entregar el trofeo, el que dio la espalda al drama que
vivían los argentinos, el que después se olvidó de todo el dolor que vivió el
país.
No se le
deben restar méritos a la extraordinaria generación que ganó el mundial. Los
Passarella, Ardiles, Fillol, Mario Kempes consiguieron elevar la calidad
argentina al olimpo del futbol mundial.
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