Si preguntamos por el grito más famoso
del cine, muchos dirán el de Tarzán.
A lo mejor si es el primero que te viene
a la cabeza, pero hay uno que has oído en multitud de películas, es el grito
Wilhem.
Su primera aparición fue en la película Tambores
Lejanos (1951) a partir de allí se convirtió en un sonido de archivo de la Warner Bros. y utilizado en algunas películas.
Benjamín Burtt Jr., tras graduarse en la
Universidad del Sur de California en Artes Cinematográficas entró a trabajar en
el departamento de sonido de Star Wars. Burtt hizo un trabajo espectacular creando
los sonidos que conocemos de la franquicia Star Wars: los ruidos de los sables
de luz, la respiración de Darth Vader, los pitidos de R2D2 o el sonido de los blasters, todo a partir de
elementos comunes que registraba con un magnetófono.
Burtt creó una verdadera enciclopedia de
sonidos, lo cual que le valió en 1977 un Oscar especial por su trabajo en la edición
de sonido.
Burtt recopiló un grito que aparecía en
la película La Carga de los jinetes indios (1953) al que llamo Grito Wilhem, ya
que así se llamaba el personaje que lo emitía, aunque pertenecía a una película
anterior. A partir de aquí, el grito se popularizó y aparece en muchísimas películas,
desde que empezó a utilizarse se calcula que ha sido incluido en más de 200
películas, series y videojuegos.
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