El 4 de junio de 1938 arrancó la tercera
edición del Campeonato Mundial de Fútbol. El campeonato se disputó bajo dos
condicionantes: el clima prebélico que vivía la Europa previa a la II Guerra
Mundial y por el boicot de los países sudamericanos que entendían que, tras un
mundial en Europa, el siguiente se debía disputar en Sudamérica.
La designación de Francia como sede se
debió a las presiones para contentar a su presidente, Jules Rimet. La
federación uruguaya declinó la invitación, como en la edición anterior, y a
esta se le sumaron Colombia y México. Argentina accedió a participar si se
saltaba la eliminatoria y, aunque la FIFA accedió, los clubes presionaron a la
AFA para no ceder los futbolistas y, finalmente, no participó. De fuera de
Europa solo participaron las Indias Orientales Holandesas (actual Indonesia),
Cuba y Brasil que quería ganar méritos para organizar el campeonato del 1942.
Sería la primera vez que anfitrión y
vigente campeón se clasificaban directamente, las 14 plazas se debieron asignar
con unas eliminatorias previas, no exentas de problemas. Los países británicos, aun enemistados con la
FIFA, no participaron; tampoco España en plena Guerra Civil. Austria, con plaza
en el torneo no pudo participar tras su anexión por parte de la Alemania nazi y
los 15 participantes se jugaron el entorchado continental, como en la edición
anterior, a eliminatorias directas.
Los partidos mas destacados fueron el
Brasil-Polonia que finalizó 6 a 5, con 4 goles del polaco Ernest Willimowski y
3 del brasileño Leónidas, uno de ellos descalzo al perder, en una jugada
anterior, una bota.
Brasil mostró en Francia su talento y
Leónidas se convirtió en el máximo goleador del equipo y primera figura de la
historia de los mundiales. A pesar de la vistosidad del juego carioca, este
cayó en semifinales contra Italia con sus figuras, en el banquillo, descansando
para una hipotética final contra Hungría.
Destacó el Francia contra Italia de los cuartos de final. En el clima prebélico que se vivía, lo italianos salieron a
jugar vestidos de negro por expreso deseo de Mussolini, en referencia a la
marcha de los camisas negras, la fuerza paramilitar en la que se apoyo el Duce
para tomar el poder. Los italianos recibieron el himno con el saludo romano, el
del brazo derecho alzado. Italia ganó 3 a 1. Cuando cayó el fascismo, la
“azzurra” nunca volvió a vestir de negro.
La final se disputó en el Estadio
Olímpico de París el 19 de junio entre Italia y Hungría. Con resultado de 4 a 2
para los italianos y el segundo campeonato mundial, además consecutivo.
1 año y 2 meses después se produjo el
inicio de la II Guerra Mundial. La edición prevista para el 1942, muy
probablemente en Brasil, fue anulada.
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